jueves, febrero 21, 2013

Los mejores discos de 2012 (V)


5. Sun Araw & M. Geddes Gengras meet The Congos – “Icon Give Thank”


Ni la historiografía oficial ni los textos sagrados lo dicen, pero el dub se terminó cuando el trastornado profeta Lee “Scratch” Perry le prendió fuego a The Black Ark, su estudio y sancta sanctorum personal, intentando ahuyentar los malos espíritus que ahí acechaban. Las implicaciones prácticas de esta parábola se traducen en una pregunta sencilla: ¿Cómo llevar el dub al futuro después de un final tan categórico? La combinación de una joven banda de rock neo-psicodélico y unas leyendas de roots reggae puede no ser la opción más inmediata al pensar en ello. En el papel poco tienen que ver The Congos, dados al reggae melódico, de armonías vocales sublimes, con los paisajes kosmische de los norteamericanos. Por otro lado, Perry produjo a los Congos (en “The heart of the Congos” del '77) con extraordinarios resultados. ¿Estarían estos desconocidos músicos indie a la altura del magno Lee Perry? Se declaran seguidores del apetito globalista de Can y Don Cherry, así que, con unos balsámicos 'inciensos' de por medio, todas las partes podrían terminar congeniando. Vaya sorpresa nos llevamos, pues el resultado del encuentro es una más que promisoria cumbre de tradición y vanguardia.

Menospreciada por décadas, en estos tiempos el dub se ha vuelto un objeto de estudio privilegiado para aproximarnos a las formas de escuchar del mundo post-digital –el gran problema de los artistas sonoros de hoy, no en vano “The Disintegration Loops” de William Basinki fue el reissue del año. Es más, el dub no es ajeno a la experimentación en el rock, y de hecho fue uno de los puntales estéticos sobre los que se construyó la revolución post-punk (véase “Metal box” de Public Image Limited). Con esos antecedentes, el emparejamiento de “Icon Give Thank” comienza transitando un camino más bien árido. La música de Sun Araw, intricada y llena de aristas, se superpone y epata. Si Perry jugaba con el espacio hasta el extremo de diluir el sonido y el silencio en un idéntico vacío, aquí nos topamos con la saturación sensorial. Para colmo, en “Happy song” Sun Araw parecen estar tocando más de una canción al mismo tiempo. Las cosas tampoco funcionan mejor cuando tiran por las imitaciones de lo acústico, pues “Thanks and praise” languidece en su repetitividad.

Por fortuna, las invocaciones místicas parecen funcionar, y lo que apuntaba a desastre en la escala Gang Gang Dance comienza a florecer con una belleza extraña, poliédrica. Ya en “Food and shelter” confundimos los coros sampleados con las armonías naturales de Roy “Ashanti” Johnson y Cedric Mytton, dúo cuya dinámica vocal se constituye en el corazón de los Congos. En momentos como ese “Icon Give Thank” nos recuerda al infravalorado “Vanishing point” de Primal Scream, al ser un raro pastiche superador de la amalgama dub-indie. Pasa lo mismo con “Sunshine”, que -en pocas palabras- es la mejor canción que Animal Collective nunca grabó. Sería interesante preguntarle a Perry, que por cierto sigue vivo y muy activo, qué opina del disco, ya que en “Jungle” consigue evocar los abismos contemplativos de la mismísima Black Ark.

Quien se deje convencer por las capas de ruido blanco, sintetizadores onda new age, los loops de percusiones distorsionadas o las guitarras etéreas, podrá pensar que los Congos apenas fueron vocalistas invitados de Sun Araw. Nada más falso. El aporte de los jamaiquinos es elemental y palpable, consistiendo en quitarle toda la ironía y tics posmodernos a una música, en el fondo, muy devocional. Todo esto para gloria de Jah... o del dios al que Klaus Schulze le haya rezado.


1 comentario:

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