martes, agosto 12, 2008

Isaac Hayes: Hot Buttered Soul

Soul sexy y elegante. El Moisés Negro, alma de Stax como Marvin Gaye lo fuera de Motown, Isaac Hayes (1942 – 2008) fue el corazón del sonido refinado pero sensual en que derivó el funk sureño. Menos interesado en la intensidad del R&B y más bien apuntalado en el soul y el pop, lo que Hayes creó fue un híbrido musical abierto a sonoridades sinfónicas y arreglos pomposos pero jamás obtusos. La actualización y materialización de lo cool, del ancestral groove que late en la música afroamericana.

Probablemente más recordado por haber sido uno de los padres del género Blaxploitation, esa especie de deconstrucción camp-posmo del universo urbano "negro", efectivamente sentó las bases musicales y estéticas para tal estilo (la cota de malla dorada que usaba sobre su torso musculoso, su calva y barba tupida, etc.), pero su aporte va mucho más allá de la obvia sombra de "Shaft". Docenas de discos y centenares de canciones, compuestas para Otis Redding, Barry White, Sam & Dave, entre otros grandes del soul, así como las “apropiaciones” de standards de Burt Bacharach o Jerry Buttler, que pasaron definitivamente a manos de Hayes y por su conducto se transformaron en activos perpetuos del soul.

Pianista extraordinariamente dotado para la conducción rítmica y un compositor sublime, dueño de un imperfectamente sugestivo registro vocal, además de actor y doblajista, con Hayes –figura mayor de la música negra por donde se lo vea, incluso entre los que no le perdonan el haber tenido “algo que ver” con el surgimiento de la música disco– perdemos tras su partida un icono de una época (y una música) en la que, apenas un poco, quisimos acercarnos a esa tierra prometida donde los cayados y los mesías no tienen color. Isaac Hayes ya nos está esperando allí.

2 comentarios:

Alvaro G. Loayza dijo...

Será eterno por esos fabulosos ritmos funkys!!! Aguante Isaac!!!

Javier Rodríguez dijo...

Gracias por pasarte por aquí compadre, un gusto tener visitantes tan dilectos y notables. Saludos a los compañeros cubileteros y a ver si alguna vez nos encontramos en la "vida real", que -aunque silenciosamente- siempre andamos visitando su blogo.

Un gran saludo