lunes, noviembre 20, 2006

“Boys Are Boys and Girls Are Choice"…It’s Monk Time!

black monk time


Esta es quizás una de las más importantes joyas perdidas del 66, una mezcla de ritmos fuertes y repetitivos, cargados de letras dadaístas, rimas estilo humpty dumpti, comentarios en contra de la guerra de Vietnam, y eso que todos los miembros de la banda fueron soldados que prestaron sus servicios en Alemania Federal, además que el álbum fue grabado en Colonia, todo un acontecimiento, que una banda americana haya grabado en Alemania en esa época. Marcado por frases surrealistas, difíciles de comprender, que son la base del disco debut de una banda catalogada durante la promoción de su primera placa como “blasfema”, por los atuendos monacales y el poco común –Zidane ni siquiera había nacido– corte de pelo, estamos ante un disco en todo sentido adelantado a sus días.


“Black Monk Time” fue un disco pionero de varios sonidos y experimentos con los instrumentos, que luego serían fuente de inspiración para bandas como The Fugz, The Godz y Velvet Underground. Esto resulta un tanto irónico, considerando que los Monks no se consideraban parte de este movimiento (Garage Rock), y que luego serían catalogados (aunque resulte casi imposible) junto con bandas como Captain Beefheart, y los Holy Modal Rounders, como bandas de Noise Rock, pasando por el Avant Garde, y Rock Psicodelico, aunque estas afirmaciones sean muy cuestionadas. De todas maneras, las tres bandas mencionadas al principio son bandas Neoyorquinas de Garage Rock, pioneras y que servirían de influencia, junto con muchas otras bandas más, de toda esa explosión que años después iba a tener por nombre punk.


El Black Monk Time está lleno de un sonido particular y repetitivo, en especial en la batería, misma técnica que podemos encontrar en los Yeah Yeah Yeah’s, quienes cuentan con un sonido muy particular y reconocible en cualquier lado, al igual que los Monks, que trabajaron casi “bajo llave” para conseguir ese sonido que los hizo únicos e innovadores. Uno de los aportes de los Monks fue el de utilizar –y crear como aseguran sus miembros- el Audio Feedback, un complicado experimento con los amplificadores, distorsión que grandes guitarristas como Pete Townshend, Jimi Hendrix, y Tom Morello convertirían en herramienta perfecta para desarrollar sus monstruosos y arrolladores solos. También se suscitaría una discusión sobre el verdadero creador del sonido, ya que I Feel Fine de los Beatles fue lanzada el 65 y ahí ya se pueden notar los primeros indicios del uso del Feedback, pero al final esta discusión quedó en nada, y cada quien se atribuye su creación; eso sí, los nombres de los creadores cambian.


Quizás lo que hizo que los Monks no tuvieran el éxito que otras bandas del 66 tuvieron fueron varios factores que jugaban en su contra. Para empezar eran una banda americana que cantaba en inglés para un público europeo que no entendía las letras y que simplemente “disfrutaba” la música –fenómeno que sigue sucediendo hasta nuestros días- y que los únicos que realmente comprendían la complejidad de sus letras, que iban desde rimas de kinder, críticas contra la guerra y experimentos surrealistas de escritura creativa, eran un puñado de jóvenes de familias acomodadas que conocían el idioma. El enfrentar a una audiencia adormecida en melodías suaves y letras enamoradas y lindas costó caro a los Monks, quienes consiguieron un merecido lugar en la historia de la música luego de que, como siempre le pasa a las bandas pioneras de algún movimiento o sonido, se vuelven “carne de cañón” sacrificando su carrera para alimentar a las nuevas generaciones, quienes quedan al mando de ese legado, del cual la gran mayoría prefiere celebrar a los “nuevos” y olvidar a los pioneros.

the monks

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