“Tiene una caringa de dengue peligrosa la tipa esta”*
La cultura de la televisión basura en nuestro medio comenzó a cobrar fuerza en los últimos dos años. Momentos de risa histérica (sin ninguna intención por parte de los emisores) que abundan en las televisoras nacionales resultaron ser una mina de oro para personas que, aprovechando su derecho a la pereza, generan productos multimedia a partir de declaraciones, acontecimientos y otros dislates aún más graciosos –relacionados en su mayoría con el contexto social y político de la patria. Si bien hace algunas semanas dábamos cuenta del inicio del chisme 2.0, ahora debemos mencionar el salto del dengue como un producto cultural gracias a un personaje que a través de esta epidemia consiguió posicionarse, nuevamente, como el protagonista más iconoclasta de la política actual: Percy Fernández
Alcalde de la ciudad de Santa Cruz, comediante bienintencionado y profesional del escándalo, a lo Charly García, Percy aseguró su lugar en la historia ofreciéndonos una gran variedad de descabelladas situaciones que llevaron a más de uno a cuestionar la integridad de su salud mental. En la retina de muchos quedó grabada la ocasión en la que, al ver a Sánchez de Lozada bajar de un avión, Fernández se puso de rodillas ofreciéndole todos (?) sus respetos al entonces presidente. Sin embargo, esta temporada las actividades de Fernández estuvieron un poco tibias, poco show estuvo ofreciendo el vodevilesco burgomaestre y los que admiramos profundamente su “arte” queríamos desesperadamente más. Por fortuna Percy no nos decepcionó, haciendo la espera totalmente valedera, cuando hace un par de días nos presentó el clásico instantáneo, hit musical y sensación en youtube: Cara de dengue.
El martes tres de marzo, durante una conferencia de prensa, el Alcalde cruceño perdió los estribos y agredió a una periodista. Los gritos e insultos no fueron nada, comparados con lo que se venía. La infantil reacción de la defensa Cara de dengue será, quizás, el acto (dentro de sus performances, entiéndase) más grande que haya llevado a cabo este personaje. Lo curioso de todo es como, en menos de cuatro días, esta arremetida contra la indefensa reportera se convirtió en un hit multimedia gracias a las nuevas tecnologías.
El realizar una canción con las frases lanzadas aquella conferencia por Percy es uno de los mejores homenajes que se le puede hacer. Si bien el tema no es muy bueno (es sólo una base de karaoke para cualquier reggaetón), el éxito de la “canción” fue demoledor, convirtiéndose instantáneamente en ringtone y ficha fija de los rankings radiales cruceños. Es un verdadero placer, estando en una reunión o en el cine, y escuchar de repente a Percy gritar una y otra vez Cara de dengue. Otro éxito suyo germinó en youtube, donde además de subir el video original y el tema oficial de este escándalo, algunos fanáticos se dieron el trabajo de colgar otras grandes actuaciones del burgomaestre cruceño, llegando a tener alrededor de quince videos que documentan a la perfección las actuaciones (nunca mejor dicho) de Percy. Vale mencionar que todos llegan a ser insuperables a su manera, y existen algunos que parecen salir de una ficción digna de Monty Python. Un Alcalde canoso, un tanto gordo, extremadamente honesto que hace gala de su bizarro sentido del humor en público, sin una pizca de escrúpulos y en el menos recomendable de los contextos. No está demás sugerir aquel video, casi surrealista, en el que canta, baila, bendice, chapucea en inglés y latín, coquetea y cuestiona la belleza de ciertas misses durante un acto conmemorativo de las efemérides de la capital oriental, improvisando –de paso– un arcano “homenaje” (?) al Plan 3000.
Y quizás ése sea el mayor aporte de Fernández a la humanidad. Realizar, a partir de su mera irresponsabilidad como autoridad, las bromas e insultos más divertidos del país. (¿Alguien recuerda el victorioso discurso en el referéndum ratificatorio?, ¿El de los prefectulis y el “escuchenmén”?) Pues es realmente fascinante que un alcalde se entregue al oficio de la risa de la misma manera que lo hacen aquellos decadentes, y un tanto obesos, comediantes que bien conocemos. La diferencia es abismal cuando comparamos los lugares donde acontecen ambas actuaciones: mientras los acabados cómicos reducen sus presentaciones a un par de teatros y a una suerte de café concerts de ínfima categoría, Percy nos deleita con su iconoclasia sacando la lengua a huelguistas, humillando y lanzando disparates a quemarropa a concejales en sesiones extraordinarias, imitando al Papa, cantando sobre las bondades de la guayaba y piropeando modelos en actos de honor.
Fernández es consciente que los medios serán, a la larga, quienes mitificarán su figura además de dejar una linda colección de momentos para archivos de varios coleccionistas. Por eso realiza la mayor parte de sus números cuando las cámaras están encendidas. Si bien las distintas patologías que atacan a este personaje originan su conocida conducta en cualquier circunstancia, él no deja pasar una cámara sin reafirmar su condición, aquella que lo llevó a ser reelegido muchos años después de su primer periodo como Alcalde. A la sazón demasiado poco memorable, de no ser por las salidas de tono tan propias del dicharachero funcionario edil.
Pese a la controversia desatada por la forma en la que Percy agredió a la periodista –totalmente reprochable, ni que se diga–, el coraje y la (in)cuestionable honestidad de este personaje hacen que ese desliz pase desapercibido. Esto porque el hecho de consagrarse como una figura (para bien o para mal) del 2.0 es un motivo de celebración. Poca gente llega a cultivar un escuadrón de seguidores con la misión de conseguir las declaraciones del Alcalde para colgarlas en youtube. Si lo vemos desde esa perspectiva, Fernández es el único en gozar de una verdadera popularidad entre sus conciudadanos. (¿Cuántos fans tiene Chaly en youtube?, ¿En alguna parte?) Al final de cuentas, y siendo conscientes de lo vil que puede llegar a ser la política en nuestro medio, Percy se transforma en una suerte de caballero andante de la tragicomedia política nacional; un cable a tierra para tipos como Peter Griffin, para gente como nosotros.
*Percy Fernández refiriéndose sobre la atacada periodista.
7 comentarios:
Es el loco mas suertudo del mundo, hace las barrabasadas mas grandes y al final sale como si nada, nadie puede negar que es divertido, pero en su afan de dar show se le pasa la mano
vi tu invitacion para ahora bolivia pero tiene password
Geez, Luis, me hiciste recordar de cuando Percy tenía su programa en la tele. Los lunes, me parece. La gente le escribía y él contestaba por tiempo y materia, siempre empezando por un "querida vecina" (o vecino, claro).
Una noche, una señora le escribe para quejarse de que todavía no enlosetaban su cuadra, pese a que -segun Percy había prometido- aquello debía haberse concluido meses atras. El burgomaistro lee la carta y luego explica el porqué de la demora y finalmente le cuenta a la señora que a la semana entrante empezarían a enlosetar su cuadra.
Y remata: "y esto será justo antes de que empiecen las lluvias. Así, cuando vengan los aguaceros, usted, querida vecina, va a poder salir a la calle sin miedo de mojarse hasta el sapiroco".
Textual, Luis. Geez!
Tal vez no sepas, por ser chango y llajtamasi, pero "sapiroco" era una forma pueblerina de nombrar las femeninas pudendas partes.
Siempre un gusto leeros,
[jf]
Y que puede decir un mortal de a pie como yo, incauto portador y padecedor de ese dengue facial que para nuestro Percy es algo como una morisqueta facial.
Saludos y me voy a YouTube a ver las "sapirocadas" del burgomaestre.
tuve la oportunidad de escuchar otra de sus ocurrencias cuando estaban por pavimentar x zona periférica de la ciudad: "y aprovechen de comer tierra porque el próximo año no habrá"
Percy es definitivamente una especie en extinción: el camba dicharachero, bromista, ocurrente y sincero. Para mí ya es patrimonio de mi hermosa Ciudad de los Anillos, no tanto por sus ocurrencias sino por las obras que ha realizado tanto en sus primeras gestiones como en ésta última.
De él guardo dos anécdotas que jamás olvidaré:
La primera:
Llegan los reyes de España a Santa Cruz a mediados de los 90's. Percy los recibe en el aeropuerto junto con otras autoridades y a Doña Sofía le canta: "Buenos Días su señoría, mandandirumdirumdá". Al reina no pudo evitar la sonrisa.
La segunda:
Llega el mismísimo Fidel Castro (a comienzos de los 90's) a la ciudad (de paso) y compartió un par de horas en Viru-Viru con autoridades, periodistas y otros chupamedias (como Jerjes Justiniano). Al despedirse, el viejo barbudo en uno de sus tantos desvaríos dice a la prensa:
"Ya lo saben compañeros...Yankees sí, Cuba no".
Menos de un segundo después, nuestro querido Percy exclama:
"Buera carajo, se no volcó el Comandante"
Luego de la risa general, el avergonzado dictador cubano arregló su frase.
Como decimos por acá...es que Percy es un loco lindo.
Interesante post como de un nombre usan la creatividad para hacer una discusion
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